Alrededor del 20 por ciento de los nacimientos en Estados Unidos o Reino Unido requieren la inducción del trabajo de parto, que puede ser necesaria si la salud de la madre o el bebé está en riesgo^1,2. La maduración del cuello uterino se lleva a cabo antes de la inducción para prepararse para el parto.

El trabajo de parto es inducido por obstetras en situaciones en las que se considera más seguro para la madre o el feto. Las causas pueden ser preeclampsia (aumento repentino y severo de la presión arterial e insuficiencia renal), un crecimiento deficiente del bebé, sangrado inexplicable en la última fase del embarazo o un embarazo prolongado (la razón más común)³, entre otras.

1. Dakjur LG et al. Prevalence, outcomes and associated factors of labor induction among women delivered at public hospitals of MEKELLE town-(a hospital based cross sectional study). Lueth et al. BMC Pregnancy and Childbirth (2020) 20:203. https://doi.org/10.1186/s12884-020-02862-7
2. The American College of Obstetricians and Gynecologists. Frequently asked questions: Labor delivery and postpartum care. Disponible en: https://www.acog.org/Patients/FAQs/Labor-Induction?IsMobileSet=false. Último acceso mayo 2022.
3. World Health Organization. Managing complications in pregnancy and childbirth: a guide for midwives and doctors – 2nd ed. Geneva: World Health Organization; 2017. Disponible en: https://apps.who.int/iris/handle/10665/255760. Último acceso mayo 2022.